miércoles, 25 de junio de 2014

El tejido ajado

«Ha pasado el tiempo y sigo sin casi creérmelo, medito ahora sobre aquello y me digo que hay más conexiones mentales de las que creemos, pero no llegamos a más porque el tejido original parece haberse quedado muy ajado y solo de vez en cuando algo centella en él. Vemos casualidades extrañas que tienen seguramente una explicación, que no acertamos a encontrar. Pasamos por la vida sin entender correctamente muchas cosas. "Hay algún malentendido, y ese malentendido será nuestra ruina", decía Kafka.

El tejido ajado tal vez está en algún paraíso donde en otros tiempos, en un día con una luz de otro mundo, murió el hilo lógico de un tejido verbal que le daba a la vida sentido. Eran tiempos mejores. Pero alguien desquició en este paraíso el inventor del lenguaje y el tejido se fue ajando y nuestras vidas se volvieron absurdas, sin el antiguo orden y el antiguo sentido. Ese tejido, hoy irreconocible, podrá ser el mismo que intuye Sebald que, aunque ajado, existe; existe pese a que nosotros sólo nos llegan , cuando nos llegan, fugaces, pero asombrosos centelleos que tal vez están confirmándonos que no sabemos qué exactamente pudo ocurrir y cuál fue el malentendido, pero que sin duda hubo disparos en algún paraíso o, en cualquier caso, como me dijo Sergio Pitol cuando le mostré documentos que descubrían una enigmática casualidad que se había cruzados nuestras vidas y que delataban también un centelleo en el tejido ajado - , "algo más debió pasar, eso seguro".»
Enrique Vila-Matas. Extraído de “El Mal de Montano”.

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